MICROCHIPS.- En algunas partes de África, aborígenes cazan a los tigres, rodeándolos con una interminable bulla de tambores. En principio la fiera se lanza contra los primeros tamboreros que ve, pero el ruido atormenta de tal forma, que el felino opta por buscar un escondrijo. Mas, los cazadores no le ofrecen tregua, sino que, por el contrario, otros pobladores cercanos, buscan su tambor para acompañar a los vecinos que acechan al tigre. En la medida en que la percusión acosa, el feroz animal se atemoriza, pierde el control, comete errores y cae, al no poder seguir siendo victimario, ni huir.
(JAB)