A la par de los esfuerzos necesarios para restituir la constitucionalidad en el país, mientras se despeja y abona el camino para la transición ordenada y pacifica y se supera el ilegal y contraproducente desconocimiento del resultado electoral presidencial, sin argumentos, sustento ni fundamento alguno, por parte de los factores de poder, es necesario atender el tema político por parte de la dirigencia regional, municipal y parroquial para enfrentar los complejos escenarios posibles por venir, que no pueden ser desatendidos o congelados, pese a las circunstancias que estamos viviendo y enfrentando.
Así lo expresó el dirigente político Daniel García defensor de la impostergable propuesta y consolidación futura de la descentralización y férreo promotor de la reforma del estado impulsada por el Movimiento ciudadano, La Rebelión de las Regiones Somos todos.
(anexo link 👉🏻https://youtu.be/LAA_DQcDgmM?si=nQzm20VSB4OkdFDU )
Luego de consultar a los dirigentes sociales, gremiales y políticos independientes y pueblo en general de diferentes regiones del país, se concluyó que es necesario en primer lugar reimpulsar, ampliar y fortalecer la exitosa unidad nacional para llevar a feliz termino la victoria obtenida el 28 de julio que ha sido refrendada por el pueblo venezolano y la comunidad internacional, todos fundamentados en los elementos legales, fehacientes, comprobables y contundentes derivados de las constancias o actas de cada mesa electoral que se constituyeron en su momento en el país y el exterior, que certifican un resultado inobjetable del triunfo de Edmundo González Urrutia.
En segundo lugar es necesario promover el debate nacional de la Venezuela que queremos, evidentemente distinta y antagónica a la que se nos pretende imponer por la fuerza y la ilegalidad, mecanismos irracionales puestos en practica ambos enmarcados en el genero de los antivalores que suprimen el carácter democrático, los derechos humanos y desdibuja nuestra historia republicana.
Y en tercer lugar ante la realidad que debemos transitar en los próximos meses por mandato constitucional, de realizar unas elecciones regionales y parlamentarias, que obviamente bajo ningún concepto, por los hechos suscitados, pueden aceptarse que se ejecuten bajo el control y dominio de los poderes públicos actuales, por sus cuestionables e inconstitucionales actuaciones.
Debe constituirse un modelo de actuación concertada, inclusiva y plural, perfectamente cohesionada y direccionada, donde la sociedad civil cuente con los mecanismos y herramientas de organización para ir identificando, calificando y formando hombres y mujeres con grandes cualidades y un alto nivel de compromiso que en el futuro nos representen y conduzcan la reconstrucción de Venezuela.
Nuestra inquietud que hoy hacemos publica es producto de una consulta y evaluación, que no persigue distorsionar caso contrario, consolidar y blindar lo hasta ahora logrado y evitar que la clase política viciada y susceptible reavive sus ánimos para implosionar la unidad de los venezolanos que hoy están a la expectativa, confiados y seguros del cambio y la transformación radical del país, hoy anclado al atraso e inmerso en la pobreza y la presión y control permanente por el modelo de estado socialista que fracaso y se niega a dar paso al bienestar y progreso de los ciudadanos.
Si bien el panorama es complejo y de cierta manera impredecible, pero ciertamente prometedor y alentador, sin perder el foco de consolidar el triunfo del 28 de julio, es necesario que no obviemos los escenarios propuestos e ineludibles que tenemos para desarrollar e imponernos en el futuro próximo.
La fragilidad en el momento político actual requiere de mucha serenidad, ponderación, racionalidad y grandes capacidades en todas las lineas de acción, que deben ser cubiertas en su totalidad para no dar paso a la improvisación y la actuación tardía,que siempre ha sido aprovechada por el adversario.
Los resultados electorales dan por seguros perdedores a los futuros candidatos oficialistas en todas las gobernaciones, alcaldías, consejos legislativos y cámaras municipales y por ende la Asamblea Nacional.
Está afirmación está sustentada y plasmada en la derrota aplastante que el pueblo venezolano en unidad, le dio al candidato oficialista que perdió en todos los estados y municipios del país y en el exterior en todos los países donde el régimen permitió la participación.
El sentimiento popular encarnado por la mayoría, demanda de sus dirigentes un alto grado de responsabilidad y de un desempeño efectivo en el fortalecimiento estructural para continuar desmontando el andamiaje revolucionario.
En un país sitiado, secuestrado y controlado los venezolanos con un gran esfuerzo nos hemos dado una oportunidad real de ganar y sacudirnos el error llamado socialismo del siglo XXI derivado de la destructiva revolución Bolivariana. Hemos logrado, conquistado y alcanzado la suprema e indoblegable unidad nacional,que nos permite en la situación que estamos, sin duda ni temor, poder soñar, pensar, visualizar,
planificar y comenzar a construir nuestro futuro.