El último informe publicado este martes 17 de septiembre por la Misión internacional independiente de determinación de los hechos de la ONU sobre Venezuela es de los más contundentes, pues asegura que el Gobierno liderado por Nicolás Maduro “ha intensificado dramáticamente sus esfuerzos para aplastar toda oposición pacífica a su mandato”, sumiendo a la nación en una de las crisis de derechos humanos más graves de la historia reciente”.
La misión, que ha examinado la situación en el país entre septiembre de 2023 y agosto de 2024, ha documentado “violaciones y crímenes, incluido el crimen de lesa humanidad de persecución con motivaciones políticas” y lejos de ser actos aislados, asegura, se trata de “un plan continuo y coordinado para silenciar, desanimar y reprimir a la oposición” del país, donde Maduro lleva once años gobernando, desde que asumió como presidente en 2013 tras el fallecimiento de Hugo Chávez.
“Estamos presenciando una intensificación del aparato represivo del Estado en respuesta a lo que percibe como críticas, oposición o disidencia”, ha señalado Marta Valiñas, presidenta de esta Misión que fue establecida en 2019 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y que tiene el mandato de investigar las violaciones graves de derechos humanos como desapariciones forzosas, detenciones arbitrarias, torturas y otros tratos crueles cometidos desde 2014 en el país latinoamericano.
“Aunque esto es una continuación de patrones previos que la misión ya ha caracterizado como crímenes de lesa humanidad, la represión reciente, debido a su intensidad y carácter sistemático, representa un ataque muy grave a los derechos fundamentales del pueblo venezolano, cometido a pesar de múltiples llamados dentro y fuera del país para respetar los derechos humanos”.