Edmundo González el supuesto presidente electo de Venezuela; concedió una entrevista exclusiva a la agencia de noticias Reuters.
Convirtiéndose en la primera entrevista que González Urrutia concede a un medio de comunicación.
En la entrevista, Edmundo González habló sobre sus planes para Venezuela como presidente y explicó los motivos que le llevaron a abandonar Venezuela. El argumento principal del diplomático, de 75 años, es que tenía información de buenas fuentes de que las fuerzas de seguridad del régimen venezolano habían tomado la decisión de arrestarlo: “Venían a por mí y lo mejor era refugiarme”, resumió
«Un funcionario de seguridad que trabajaba conmigo me llevó aparte y me dijo que había recibido información de que los órganos de seguridad venían a buscarme y que era mejor refugiarme», dijo este viernes, 20 de septiembre, a la agencia de noticias Reuters.
“Yo podía haberme escondido, pero tenía que ser libre para poder hacer lo que estoy haciendo, transmitir al mundo lo que pasa en Venezuela, hacer contactos con líderes mundiales”, dijo a la agencia.
A Reuters le aseguró que su salida se dio con garantías de que ni a él, su familia ni sus bienes serían atacados por el chavismo en territorio venezolano.
González ha insistido en que la decisión de pedir asilo político en España se debe a que existía una orden de aprehensión en su contra y que, además, quería salvaguardar la seguridad de sus familiares y sus propiedades en Venezuela. “Quedarme en el país habría implicado esperar el juicio que me tenían preparado. Tenía una orden con señalamientos muy serios, por terrorismo, cargos de varios años de cárcel”, agregó.
El diplomático aseguró que María Corina Machado, quien le cedió su espacio en la boleta electoral al estar inhabilitada y aglutina el apoyo de la población crítica con el chavismo, “no sabía” nada de su decisión de marcharse de Venezuela, ni sobre las duras conversaciones para hacerlo posible. También se refirió González a la comparación de que la evolución de su caso puede desembocar en el mismo error que la oposición cometió con Juan Guaidó hace cuatro años. Entonces Guaidó era presidente de la Asamblea Nacional y usó una figura constitucional para declarar la falta de un presidente debidamente electo para asumir el poder, con grandes limitaciones. Sobre esto, González marcó diferencias: “Mi candidatura fue respaldada por ocho millones de venezolanos que votaron por una cambio y una transición en paz al que aspiramos llegar el 10 de enero. Ese es el capital más grande que tenemos en esta oportunidad”.
Sobre los pasos que seguirá a partir de ahora desde el exilio, el excandidato explicó que pretende “establecer el mayor número de contactos con la dirigencia política española. Tengo la intención de ir al Parlamento Europeo, que acaba de dar una resolución muy importante reconociendo mi designación como presidente electo. Tengo que ir a Bruselas; debo visitar Países Bajos, me acaban de invitar a Berlín. Me tocará ser la voz que explique nuestro triunfo, que está fundamentado en actas”, insistió.
Sin embargo, con el tono que le ha caracterizado ya desde la campaña, González ha optado por la moderación y evitado responder a las preguntas sobre la posibilidad de que se impongan más sanciones a Venezuela o se levanten las licencias a empresas como la estadounidense Chevron, que mantiene operaciones en el país. Cuando le preguntaron sobre las sanciones individuales a altos funcionarios chavistas, volvió a insistir en que no quería hablar de ellos: “Todo lo que sea presión o esfuerzo para convencer a los actores políticos para respetar la voluntad popular es bienvenido”, aclaró.
“Volveré a Venezuela cuando haya garantías de que la transición a la democracia tendrá lugar, con condiciones, en paz. Cuando pueda asumir el gobierno en circunstancias aceptables. Esa fue siempre la vida institucional del país en Venezuela, las reglas de la democracia, las normas constitucionales. Confiamos en que sea posible, en eso estamos trabajando”, zanjó a Reuters el cada vez con más frecuencia llamado “presidente electo”.