Los Ministros del Señor, hombres y mujeres a quienes Dios ha responsabilizado la obra de la iglesia, debemos velar para que la misma tome la dirección correcta y alcance los objetivos de Dios plasmados en las escrituras, entre estos encontramos:
-Ser una fuente para Alabanzas a Dios.
-Mostrar el efecto de su abundante Gracia en toda obra que realiza la iglesia.
-Lograr ser un cuerpo donde Dios se manifieste poderosamente.
-Conocer juntos la dimensión del Reino y así ser llenos de la plenitud de Dios.
-Perfeccionar a cada creyente para que sea parte de edificación del Cuerpo de Cristo.
-Crecer en todo en Cristo, siguiendo la verdad en amor.
-Procurar presentar una Iglesia Gloriosa, sin mancha, sin arruga, santa para el Señor.
-Llevar a la iglesia a ser fortalecida en todo poder y fuerza.
Al ir logrando estos objetivos, la iglesia se convierte en una luz poderosa para disipar las tinieblas (falta de orientación, confusión y perdición) y asi pasar de ser aborrecida a ser deseada.
Hag 2: v4. Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehova; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehova, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehova de los ejércitos. …
v7. y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa (la iglesia) , ha dicho Jehova de los ejércitos.
Ministros, trabajemos con ánimo y sin temor, Dios está con nosotros, El conmoverá los cimientos de los hombres para establecer los suyos; alcanzar los objetivos mencionados es vital para edificar una Iglesia llena del poder de Dios.
ASUMAMOS NUESTRA RESPONSABILIDAD
