Porque nos desafía a evaluar nuestras propias vidas espirituales. Es determinante para que la iglesia manifieste y proyecte un mensaje sobre la fidelidad, la disciplina espiritual y la renovación constante de la Fe.
Cristo reprende a las iglesias y las disciplina porque las ama y por eso las llama al arrepentimiento. En cada carta indicaba las fortalezas y las debilidades y daba instrucciones para encontrar su equilibrio espiritual.
Los mismos desafíos de la iglesia antigua los enfrenta la iglesia de hoy. Todas las iglesias reciben la misma amonestación «El que tiene oidos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias» Los evangelios tratan de la historia de Jesús, llamado el Cristo, pero Juan escribe a las iglesias del Jesús victorioso confundido en UNO con su iglesia. La actitud del creyente no es estar pensando en lo que va a suceder, sino en lo que debemos ser. La mejor orientación está en las cartas que son correcciónes eterna a la iglesia de todos los tiempos. La palabra apocalipsis quiere decir quitar el velo. El Señor quiere abrir los ojos para que la iglesia vea la realidad de lo que está viviendo y su finalidad es que nos levantemos.
Hermano Germán