La Comunión íntima de los Ministros con el Padre es fundamental para el desarrollo de la obra de la iglesia, para esto, la santificación juega un papel crucial, ya que sin santidad nadie verá a Dios, en otras palabras, no se tiene la condición apropiada para que pueda haber comunión, por ende, no hay guianza, lo que se traduce que la obra que se pueda estar ejecutando no está contemplado en los planes de Él.
Jesucristo nos dio ejemplo en todo:
Ju 8: v29. Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.
Ju 12: v49. Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
Ju 5: v19. Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.