Las redes sociales pueden empeorar los trastornos de la conducta alimentaria al exponer a las personas a imágenes idealizadas de cuerpos y a comparaciones sociales, lo que puede afectar la autoestima y contribuir a la insatisfacción corporal. Es importante ser consciente de estos efectos potenciales.
Un estudio de la Universidad de Málaga revela que las redes sociales agravan los trastornos alimenticios al promover comunidades que refuerzan la anorexia y la bulimia, afectando principalmente a mujeres jóvenes.
Un reciente estudio de la Universidad de Málaga ha arrojado luz sobre una problemática cada vez más preocupante: la relación entre las redes sociales y los trastornos de conducta alimentaria (TCA). La investigación ha evidenciado que plataformas como TikTok, Instagram y Twitter, lejos de ser espacios neutros, pueden convertirse en caldo de cultivo para comunidades que refuerzan comportamientos perjudiciales y fomentan la insatisfacción corporal, especialmente en mujeres jóvenes.

Si bien en redes como Instagram y Facebook nos encontramos con grupos de apoyo positivos, personas haciendo ejercicio y enalteciendo la vida sana; la “moda fitness” puede hacer que muchos tomen los mensajes como una amenaza. Muchas veces, este movimiento es entendido de la manera errada y los mensajes de salud y fortaleza, pueden ser transmitidos (y aceptados) como retos para la pérdida extrema de peso e ideales inalcanzables.
El estudio revela que estas plataformas asocian el sobrepeso con términos negativos como «fracaso» o «ruina», promoviendo discursos de odio contra aquellos que no se ajustan a los cánones de delgadez extrema. Además, se ha detectado que en estos espacios se comparten dietas peligrosas, métodos para ocultar síntomas de TCA y se refuerzan conductas compulsivas, todo ello bajo la influencia de líderes autoritarios que promueven estilos de vida poco saludables.
El doctor Andrés Fontalba, coautor del estudio publicado en Frontiers, advierte que la pandemia de COVID-19 ha exacerbado este fenómeno, aumentando la ansiedad y el temor a la exclusión social. El análisis incluyó 57 recursos digitales en seis plataformas diferentes, revelando el impacto directo de estas comunidades en el desarrollo de los TCA.