
La actual coyuntura política venezolana se caracteriza por la instalación definitiva de una «dictadura cerrada», portadora de un proyecto totalitario. Frente a este hecho, se impone que tanto la sociedad civil como la sociedad política y la económica, articulen la formulación de un Plan Político estratégico para afrontar el despropósito de dicha dictadura.
Consideramos que tanto la convocatoria a elecciones de gobernadores de estado y de parlamentarios a nivel nacional y estadal en condiciones no competitivas e ilegales y con la conducción de un arbitro parcializado y de pésima reputación; así como la anunciada reforma constitucional, son parte de la estrategia del régimen para concretar la ejecución del referido proyecto totalitario.
En efecto, estas elecciones, precedidas del Golpe de Estado y fraude electoral del 28 de julio pasado, que impone a partidos políticos y candidatos la aceptación del despojo del 28J, el reconocimiento de Nicolás Maduro como legítimo presidente de la república y, la aceptación de antemano, del veredicto que anuncie el CNE, independientemente de los resultados que se obtengan, conduce a una derrota política segura a la mayoría opositora, a una nueva frustración y a una pasiva resignación de la ciudadanía.
Por otra parte, el llamado a una abstención simple o pasiva, no es mas que una manifestación testimonial de integridad; pero absolutamente estéril políticamente, en tanto que conduciría a la desmovilización ciudadana sin traducirse en avances ni logros concretos que nos aproxime al propósito de restablecer la democracia en nuestro país.
La anunciada reforma constitucional, por otra parte, planteada para establecer una «democracia directa», no es mas que suprimir la Soberanía Popular, las instituciones que sirven de contrapeso al Poder Ejecutivo, limitar aún más las libertades democráticas de los ciudadanos y los derechos establecidos en la Constitución de 1999, así como la sustitución de la modalidad de elecciones universales, directas y secretas, por un sistema de elecciones de segundo grado, al mejor estilo cubano.
Por lo antes expuesto, Lazos Guayana se permite sugerir las siguientes propuestas al liderazgo político de la oposición venezolana:
1. Debatir, consultar y formular un Plan Político estratégico consensuado y coherente, ajustado a la nueva realidad política nacional.
2 Este Plan debe contemplar definiciones y lineamientos para una comunicación política que confronte y contrarreste la desinformación del régimen, que contribuya a acelerar la fractura interna del bloque político dominante y que motive a la ciudadanía a la lucha cívica, no violenta, sin crear falsas expectativas.
3. Así mismo, el Plan debe establecer como primera prioridad, la defensa de los resultados electorales del 28J y la presidencia legitima de EGU.
4. Debe trazar una estrategia para la defensa de la CRBV; sus principios, el sistema político y el sistema socio-económico y de DDHH.
5. Considerar como alternativa posible al llamado electoral del CNE, una posición de Abstención Activa o Exigente, en la calle, con variados y multiformes mecanismos de presión cívica, que garanticen una aproximación efectiva, objetiva y cuantificable a los objetivos antes indicados.
6. Considerar la viabilidad de las condiciones propuestas por la PUD en fecha 19 de febrero del presente año, a los efectos de participar en cualquier evento electoral, como vía para generar una aproximación cierta al propósito democrático, considerando incluso, otros matices que pudieran surgir del debate.
7. Trabajar con carácter de urgencia, la construcción de una organización que responda a las necesidades de la realidad política antes descrita, cualitativamente distinta a la organización electoral, que incentive a los gremios profesionales, sindicatos y a las ONG, a una participación activa en las luchas por los derechos ciudadanos, articulándolos a la lucha por la democracia y defensa de la Constitución Nacional.
8. Cultivar la unión de las fuerzas sociales y políticas democráticas, respetando la diversidad de enfoques y opiniones sobre el proceso político por el que atraviesa el país, dejando de lado epítetos y descalificaciones, que solo conducen a debilitar la lucha.
9. Trabajar en la construcción de una Dirección Política representativa de los diversos enfoques y al mismo tiempo coherente y con eficacia política, priorizando la conservación y defensa de los liderazgos de MCM y EGU; principales y legítimos conductores de la lucha democrática, sin que tal propósito signifique depender exclusivamente de liderazgos individuales.
Ciudad Guayana, 22 de febrero de 2025.