Una masacre de cristianos en Siria está sucediendo ante nuestros ojos, sin embargo, gran parte del mundo—y los medios de comunicación—permanecen en silencio.
Pueblos enteros han sido arrasados. Iglesias han sido incendiadas. Miles de cristianos han sido perseguidos y asesinados a sangre fría.
Hombres, mujeres, niños… masacrados simplemente por ser quienes son y por lo que creen.
¡Lo que está ocurriendo en Siria en este momento es desgarrador!
Los informes hablan de asesinatos en masa… familias ejecutadas en sus propios hogares… cristianos desesperados huyendo en busca de refugio donde puedan encontrarlo. Comunidades enteras suplicando que el mundo escuche su clamor.
Y sin embargo… silencio.
Pero yo no puedo quedarme en silencio. Y sé que tú tampoco puedes.
Ellos son nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Y están clamando:
«No nos abandonen. No dejen que el mundo nos olvide. Estén con nosotros. Oren por nosotros. Hablen por nosotros.»
En medio de tanta oscuridad, sigo volviendo a la oración.
Porque sé que la familia CitizenGO es una familia unida en oración. Y en momentos como estos, la oración lo es todo. Lloramos por las vidas perdidas… y oramos por aquellos que aún están huyendo, escondiéndose, buscando un lugar seguro.
Y quería que escucharas esto de mí, personalmente:
Si tienes familiares en Siria, por favor responde a este correo. Déjanos saber. Si necesitas algo, queremos apoyarte. Estamos orando por ellos.
En mi propio corazón, sigo recordando una frase del Beato Carlo Acutis (muy prontamente santo)
“Cuanto más oscura es la noche, más brillan las estrellas; cuanto más profundo el dolor, más cerca está Dios.”
Incluso ahora—en las cenizas de Siria—esto sigue siendo verdad. Esa verdad nos sostiene cuando todo lo demás parece derrumbarse.
Pero no podemos detenernos en la oración. Tenemos que actuar.
En enero, lanzamos una campaña para advertir a las Naciones Unidas que esto podría suceder. Vimos las señales. Levantamos la alarma. Rogamos a los líderes internacionales que actuaran antes de que fuera demasiado tarde.
Pero ahora… es aún peor de lo que temíamos.
Desde entonces, hemos estado trabajando sin descanso—presionando a la ONU, coordinando con ONGs, lanzando una campaña en Europa y haciendo todo lo posible para detener la violencia y amplificar el clamor de los perseguidos.
Pero no podemos detenernos aquí. La situación exige más.
- Estamos organizando vigilias de oración globales frente a las embajadas sirias—para que el mundo vea que los cristianos no han sido olvidados.
- Entregaremos tu firma directamente a los funcionarios de la ONU y líderes internacionales.
- Hablaremos en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas—para iluminar lo que está ocurriendo en Siria.
- Lanzaremos campañas globales para detener este genocidio de cristianos y otras minorías.
Sí—genocidio. Eso es exactamente lo que es. Y no permitiremos que quede impune.
Sé que muchos de nosotros nos sentimos impotentes en momentos como este. Pero no lo somos.
Incluso en nuestro dolor, junto al resto de la familia CitizenGO estamos actuando — con oración, con acción y con amor.
No permitiremos que los cristianos de Siria sean borrados de la historia.
No permitiremos que su sufrimiento sea ignorado.
Y nunca dejaremos de defender la fe, la verdad y la vida.
Por favor, sigue orando. Sigue teniendo esperanza.
Por cada familia en duelo.
Por cada iglesia destruida.
Por cada voz que clama en el desierto: «No nos olviden.«
Con fe y esperanza en Cristo