Efesios 5:18
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu…
El mismo capítulo cinco, menciona esa embriaguez en referencia a la obra de la carne: fornicación y toda inmundicia y avaricia. Ni palabras deshonestas, ni trihanerias.
No participéis en las obras infructuosas de las tinieblasy no específicamente a la borrachera que es la única connotación que se le da.
El embriagarse con la carne produce un alejamiento de la presencia de Dios; produce una ruptura, una dispersión. Se pierde el control en la dirección del Espíritu; y lo mejor es vivir bajo su influencia y su dirección.
Ser llenos del Espíritu no indica algo que viene de afuera, porque ya el Espíritu se no dió. Es como el volcán que en su interior ya tiene lava y cuando se activa se manifiesta al exterior. Es como el agua del manantial que fluye desde el interior de la tierra y la manifiesta hacia el exterior. Jesucristo dijo: Los que creen en mí, de su interior correrán ríos de agua viva. Sólo tenemos que llevar una vida plegada a Él y podemos ver los cielos abiertos como le sucedió a Estéban, podemos tener un ministerio de victoria como lo vivió Pablo, ver el resultado de un mensaje poderoso como lo experimentó Pedro y en fin, remover la vida llena en el Espíritu que movió a la iglesia primitiva, para vivir esa misma conmoción espiritual, porque el Espíritu es el mismo.
Pastor, Germán Núñez Mejías