Mientas nos preparamos para celebrar el Día de las Madres, reflexionemos en lo que la Biblia nos enseña con respecto a las madres. Ellas tienen una importante influencia en la vida de sus hijos y en la sociedad en general. Se les considera responsables de guiar a sus hijos en el camino de la verdad, de enseñarles valores morales y espirituales, y de fomentar su crecimiento personal. También se les reconoce su papel único en el consuelo y cuidado de sus hijos.
Ellas son modelo de fe y carácter
Las madres deben modelar su fe y carácter para sus hijos. La fe de una madre, como la de Hannah o Lía, puede ser un ejemplo poderoso para sus hijos, transmitiéndoles valores espirituales fundamentales. También vemos a Sara, una mujer de fe, esposa de Abraham a quien Dios le dio su hijo Isaac en su vejez. Tenemos también a la madre de Moisés, quien lanzó a su hijo en una cesta por el Río Nilo y lo entregó a otra mujer para salvarlo de una muerte segura. Finalmente, la madre por excelencia, María, quien tuvo el gran honor de dar a luz a Jesús, el Hijo de Dios. Nunca se apartó de Él, y pudo verlo crecer y cumplir su misión divina, la cual incluiría su terrible agonía y muerte en la cruz. María conocía bien a la voluntad de Dios, y la aceptó con valentía desde el primer día.
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