La idea de que el consumo regular de gelatina puede favorecer la regeneración del cartílago y mejorar la lubricación de las articulaciones ha ganado popularidad. Esta creencia se basa en el hecho de que la gelatina es un producto derivado del colágeno, una proteína fundamental en la composición de los tejidos conectivos, incluyendo el cartílago articular. Si bien la gelatina en sí misma es una fuente de aminoácidos importantes, la ciencia ha explorado de manera más específica los beneficios de los péptidos de colágeno, que son formas hidrolizadas de colágeno que el cuerpo puede absorber más fácilmente.

Investigaciones recientes sugieren que la ingesta de colágeno hidrolizado, presente en algunos suplementos de gelatina o productos específicos, puede contribuir a la salud articular. Estos péptidos de colágeno se absorben en el intestino y se acumulan en el cartílago, donde se cree que estimulan a las células encargadas de producir nuevo tejido cartilaginoso. Varios estudios han observado mejoras en la reducción del dolor articular y el aumento de la movilidad en personas que consumen este tipo de suplementos, particularmente en casos de osteoartritis y dolor articular relacionado con la actividad física.
Sin embargo, es importante destacar que la evidencia científica se centra en el colágeno hidrolizado o péptidos de colágeno específicos, que son formas más biodisponibles que la gelatina común que se utiliza en postres. Aunque la gelatina contiene los mismos aminoácidos que el colágeno, su estructura molecular es más grande y el cuerpo debe descomponerla. Por lo tanto, para obtener los beneficios óptimos para las articulaciones, se recomienda considerar suplementos de colágeno hidrolizado cuya eficacia haya sido respaldada por estudios clínicos.
En conclusión, si bien la gelatina aporta aminoácidos valiosos, el rol específico en la regeneración del cartílago y la lubricación articular está más directamente asociado a los péptidos de colágeno.