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La ciberseguridad: (A propósito de estafas vía ofertas laborales engañosas), Por Dr. Oswaldo Hevia Araujo

Poradmin

Jun 10, 2025 #LaCiberseguridad
Dr. Oswaldo Hevia Araujo

En esta oportunidad, les presento un “Alerta”. Si, un consejo, una recomendación solidaria para advertirles acerca de una modalidad más en el concierto de los delitos en esta nuestra realidad actual llena de cibernética, Inteligencia Artificial (IA), robótica y pare usted de contar. Ya, en anteriores oportunidades he tratado sobre tema tan importante, con respecto al escenario educativo y social. Lo indudable, que he de señalar es que toda esa maravilla y asombrosa creatividad, de sobrada ficción, desarrollada por el hombre (y la mujer también),  se supone tiene propósitos para el logro de mayor bienestar social en términos de salud, económicos, militares y por supuesto educativo, científico tecnológico en los albores y futuro de la humanidad.  Me referiré a un solo aspecto de tan amplia gama de avances notorios de la tecnología actual, luego, trataré muy brevemente acerca de lo beneficioso o lo negativo de la IA. Definida en general como aquella que va desde la automatización de procesos robóticos hasta la robótica actual, con privilegios recientes en cuanto al manejo, en parte, de los grandes volúmenes de datos, acrecentamiento de velocidad, tamaño y variedad de datos que las empresas están recopilando. Otro ejemplo, entre muchos,  es el caso de sistemas que imitan el funcionamiento del sistema nervioso por medio de redes neuronales artificiales. Y, algo muy importante, la IA, puede automatizar la toma de decisiones, resolución de problemas, y el aprendizaje. Y, algo sorprendente y ejemplarizante, el que puedan reproducir la conducta física del ser humano de los denominados como “androides”. Robots que sean capaces de realizar tareas o labores de forma más eficaz que los humanos.

Lo antes mencionado, trae a colación una cantidad de opiniones desfavorables o de rechazo ante el desarrollo desbordado o antiético de la posibilidad del desplazamiento del hombre por las máquinas, verbigracia, los robots.  En ese orden de ideas, existen miedos hacia ella, unos aceptables dentro de la lógica, hasta el punto del pensar de expertos que vaticinan el desarrollo de la IA como el mayor reto tecnológico de la historia, dando a luz una nueva generación de robots autónomos capaces de atender nuestras necesidades. A mi juicio, ese temor queda disminuido por un muy importante factor: la Inteligencia Emocional, algo que no tiene la IA. Condición sine qua non por importante y muy humana.  La IA carece de sentimientos, emociones o pasiones para enfrentar y dar solución de un problema delimitado por lo emocional. Quizás podrá ser calcado, copiado, “parecido” pero nunca humano.

Hasta acá, lo bueno y lo malo (por ahora), de sus rasgos y aspectos estructurales en cuanto a lo técnico o tecnológico como máquinas creadas por el ser humano.  Y, precisamente porque son creadas y operadas por el hombre (Y, la mujer, insisto), he de tratar un aspecto muy importante, que es la: Ciberseguridad.  Antes, debo pasearme por un caso, un ejemplo, más específico y de características vinculantes con los delitos cibernéticos (realmente, uno entre tantos que se conocen), por lo tanto, vale escrutar sobre el porqué de la Ciberseguridad, tanto colectiva como la individual o personal. Algo así como que: “No nos agarren confesaos”. En otras palabras, más asertivas y directas, para no caer y quedar como ingenuos. Sin ir muy lejos, de antemano, ofrezco disculpas, pero no pude evitar recordar aquella frase grotesca de: “Quien se consiga un `pendejo` en la calle será de él“.

Lo feo. El caso en cuestión es un delito que actualmente se viene aplicando a nivel internacional, el cual tiene que ver con: Estafas vía ofertas laborales engañosas.  Este tipo de delito se refiere al caso de la oferta laboral engañosa para un empleo en una universidad, que al final es un tipo de estafa sofisticada, falsa, que ha venido denunciándose en varios países latinoamericanos y también en colectividades de migrantes o estudiantes que requieren de un trabajo en línea.  Este tipo de estafadores tienen un Modus operandi ya reconocido por las autoridades policiales sobre la oferta laboral falsa en universidades. Así, su modus operandi es el siguiente:

1.Contacto inicial “profesional”. Contactan a la posible victima diciéndole ser director o jefe de Talento Humano o RRHH de una universidad reconocida en determinado país.

2. Le tratan de convencer mencionándole que recibieron el Curriculum Vitae o que “aplicó” a una vacante (aunque no lo haya hecho). A veces usan logos oficiales, correos falsificados, firmas digitales, etc.

3. Le aseguran, felicitándole, que ha sido preseleccionado/a y que fue aprobado/a para un cargo académico o administrativo: asistente, docente, asesor virtual, etc.

4. Le presentan una “propuesta laboral” con un salario atractivo, horarios cómodos y beneficios (Seguro de vida, entre otros) Pueden hacer uso de documentos en PDF con membrete de la universidad.
5. Solicitan a la mayor brevedad documentos personales: Cédula, pasaporte, títulos, certificados de estudio, Curriculum Vitae actualizado, carta de antecedentes penales, etc.

6. Hacen hincapié que es obligatorio una capacitación o validar a través de varios certificados para poder asistir a reunión con rector o autoridades en proceso de contratación. ¡El cargo ya es suyo! Por lo tanto, se deben tomar 1 o 2 cursos obligatorios, o algún “certificado” que pudiese faltar como un “aval académico”, una fianza, que haga las veces de un “registro en sistema de educación” o una “certificación interna”. Por lo general, por los cursos mencionados, debe ser cancelada una suma de dinero, usualmente entre $100 y $250 USD, quizás más), que será realizada según “metodología” presentada directamente por los “embaucadores ”, a través de transferencia bancaria, Zelle, Yappy, etc., a nombre de una persona NO perteneciente a la universidad.

7.Toda la información dada a la “victima en potencia”, es realizada mediante una especie de “acoso” en cuanto a tiempo. Sin exagerar, solicitan sea en “minutos”, es decir, una exagerada e inusual “prisa” porque el “proceso de contratación” no puede ser lento y ello es obligatorio para asistir a la susodicha reunión con el “rector” (cita programada y reprogramada a discreción de los “representantes de la universidad”), la cual debe realizarse “directamente” en el término de la distancia. Y, el pago será hecho a nombre de un “coordinador académico”, “instructor”, o incluso a personas con nombres reales que funcionan como “cómplices”. Personas que en realidad no existen como tales. Nunca piden que el depósito sea realizado a nombre de la universidad o institución universitaria.

8.  Después del pago: Algunos siguen la estafa un poco más allá  (aduciendo que la contratación definitiva está en proceso, etc.), pero nunca llega un contrato ni trabajo real. Luego dejan de responder o sencillamente bloquean. ¡Desaparecen! Consumándose el delito. La Estafa.

Lo necesario. ¿Qué hacer?:

1. Lo primero es NO aceptar una oferta de cargo que usted está seguro nunca solicito.  Tratar de comunicarse con la institución universitaria a objeto de constatar sobre personas y oferta.

2. Si no es verdad: Denuncie ante esa autoridad pues no solo se intentó perjudicarle a usted sino también a la institución y los profesionales a quienes sustituyeron identidad. 

3.Transmita la información como un “Alerta” para así proteger a otros ciudadanos y a las mismas instituciones de educación superior.

4. Y, hay que recordar que la Ciberseguridad es una herramienta esencial de seguridad y defensa de la ciencia, la tecnología, la sociedad y por supuesto de la EDUCACIÓN, así, con MAYÚSCULAS.

09 de junio de 2025, Calgary, Canadá

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