• Sáb. Ago 23rd, 2025

El News de Venezuela: Periodismo independiente - afiliado a la Sociedad Interamericana de Prensa

Dirigido por el Licenciado Enrique López: “Hacer periodismo profesional tiene consecuencias. No hacerlo tiene muchas más”

Un inmigrante venezolano: He caminado sobre tierras que no me reclamaron como suyo, llevando en el pecho un corazón dividido entre lo que dejé atrás y lo que anhelo…

La siguiente nota, refleja la experiencia de un inmigrante venezolano, posiblemente expresada en forma de poema. Se describe la sensación de desarraigo y la complejidad emocional de vivir en tierras ajenas. Se evidencia la lucha interna entre el pasado y las aspiraciones futuras, resaltando la nostalgia y la búsqueda de un nuevo hogar. La referencia al ‘corazón dividido’ sugiere un profundo sentimiento de pérdida y adaptación. Se puede inferir un llamado a la empatía y a la comprensión de la experiencia migratoria, un desplazamiento masivo de personas que han abandonado Venezuela debido a la crisis política, económica y social que afecta al país. Este fenómeno ha llevado a millones de venezolanos a buscar refugio y mejores oportunidades en otros países, principalmente en América Latina y el Caribe. 

He caminado sobre tierras que no me reclamaron como suyo, llevando en el pecho un corazón dividido entre lo que dejé atrás y lo que anhelo construir. Soy yo quien ha sentido el peso del desarraigo, quien ha aprendido a hablar con un idioma que no siempre abraza mi alma, mientras mis manos sostienen sueños rotos en un lado y esperanzas frágiles en el otro. Mi gratitud es para mí mismo, por no rendirme, por resistir el silencio helado de la indiferencia, por seguir adelante aunque el terror y la soledad me hayan susurrado al oído que me detenga.

Pido perdón en nombre de un mundo que, desde su pedestal de privilegio, ha reducido mi existencia a un número, a un trámite, a una sombra en sus estadísticas. Me disculpo por aquellos que solo escuchan mi acento y no la historia que lo forjó, por quienes me piden que me adapte mientras me niegan un rincón de dignidad. Me han llamado carga, pero callan que mis manos, agotadas y firmes, sostienen sus economías, sus industrias, sus vidas. Mis remesas son abrazos que viajan miles de kilómetros, mis turnos interminables son el alimento de hogares que no veré en años. Y aún así, sigo.

No elegí este exilio. No abandoné lo que amaba por capricho, sino porque la vida me arrancó las opciones. Migrar no es solo cruzar fronteras; es redefinir quién soy en un mundo que no siempre me quiere. Es vivir en un constante equilibrio entre lo que perdí y lo que aún puedo ganar. Es un acto sagrado de valentía, un desafío a la incertidumbre que me obliga a reconstruirme cada día.

Pero reflexiono ahora, con el corazón en carne viva, sobre cómo el paso del tiempo ha torcido el rumbo. Hubo un mundo que prometió acogida, que habló de derechos y libertades, que alzó banderas de humanidad. Sin embargo, los años han tejido muros más altos, leyes más frías, miradas más duras. Los límites que antes parecían flexibles se han endurecido, los derechos que creíamos universales se han diluido en condiciones y excepciones. Donde antes había puentes, ahora hay barreras; donde había manos abiertas, ahora hay puños cerrados. La humanidad, que juró aprender de sus errores, parece olvidar que mi lucha es también la suya.

Y si alguna vez dudo de mi valor, me detengo y miro al cielo, que no me juzga por lo que he logrado, sino por lo que he sostenido. Pero hoy, alzo la voz para pedirte, mundo, que reconsideres. Reconsidera lo que has construido sobre mi espalda, lo que has ignorado en mi silencio, lo que has negado en mi presencia. Porque mi historia no es solo mía: es el reflejo de un tiempo que, en su prisa por avanzar, ha retrocedido. Mi lucha es un grito para que despiertes, para que recuerdes que el coraje de un inmigrante no es solo su salvación, sino la tuya.

Con honra y herida, sigo siendo yo, el inmigrante, el desplazado, el exiliado…!!!

Deja una respuesta