• Sáb. Ago 23rd, 2025

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Según estudio: la sucralosa aumenta el hambre y genera cambios en la actividad cerebral

La sucralosa incrementó la actividad en el, una región cerebral clave en la regulación del apetito. Este efecto fue especialmente pronunciado en personas con obesidad. Foto: Shutterstock.

Un reciente estudio científico ha encendido las alarmas sobre el consumo de sucralosa, un edulcorante artificial común en bebidas dietéticas, al sugerir que podría estar vinculado con cambios en la actividad cerebral que, paradójicamente, incrementan el apetito. Este hallazgo se suma a un cuerpo creciente de evidencia que pone en duda la efectividad de los sustitutos del azúcar para el control del peso, una preocupación previamente destacada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de una advertencia formal sobre su uso.



El cerebro humano, un órgano con una alta demanda de glucosa, está biológicamente programado para responder a los azúcares naturales.

La hipótesis central de los científicos es que los edulcorantes artificiales como la sucralosa pueden «engañar» al cerebro, generando una señal de dulzura sin el correspondiente aporte calórico. Esta discrepancia podría desencadenar una respuesta compensatoria del cerebro, impulsando la necesidad de consumir más alimentos para obtener la energía que la dulzura parecía prometer, alterando así los mecanismos naturales de regulación del apetito.La postura de la comunidad científica encuentra eco en las directrices de la OMS.

El Dr. Francesco Branca, director del departamento de nutrición y seguridad alimentaria del organismo, ya había advertido que “reemplazar los azúcares libres con edulcorantes no azucarados no ayuda a las personas a controlar su peso a largo plazo”.

La nueva investigación sobre la sucralosa ofrece una posible explicación neurobiológica a esta observación, conectando el consumo del edulcorante con procesos cerebrales específicos.

La Dra. Katie Page, autora principal del estudio y directora del Instituto de Investigación de Diabetes y Obesidad de la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, fue contundente en sus explicaciones.

Según la experta, la sucralosa “activa el área del cerebro que regula el hambre, y esa activación, a su vez, está vinculada a mayores niveles de hambre”. Este efecto no fue una mera suposición, sino una conclusión claramente observada en los participantes de la investigación.

Los resultados del estudio cuantifican esta inesperada reacción. Los individuos que ingirieron agua endulzada con sucralosa reportaron un aumento de casi el 20 % en su sensación de apetito en comparación con aquellos que bebieron agua con azúcar de mesa convencional.

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