En estos momentos se reporta un aumento de funcionarios y vehículos en los alrededores de la vivienda de Andreina Baduel, en un claro acto de hostigamiento.
“Lejos de protegerme, el Estado me está persiguiendo y criminalizando mucho más, por atreverme a alzar la voz y porque un organismo internacional llamó la atención sobre lo que ellos me han hecho”, dijo la periodista Andreína Baduel.
Este tipo de acciones, lejos de ser aisladas, forman parte de un patrón de persecución contra quienes alzan la voz por la libertad y los derechos humanos en Venezuela.
Desde Sin Mordaza exigimos respeto a la integridad física y psicológica de Andreina Baduel, y hacemos responsable al régimen de Nicolás Maduro por cualquier daño que pueda sufrir.
El miedo no nos calla. Defender los derechos humanos no es un crimen.
En desarrollo…