La convocatoria fue atendida masivamente por personas que viajaron desde otras ciudades del país hacia la capital con el objetivo de dar a conocer los casos de sus familiares y exigir su liberación.
Sus parientes, al conocer la noticia de una posible excarcelación, marcharon a las afueras de los penales para esperar información. Sin embargo, tras días de incertidumbre, de dormir en el suelo y pasar hambre y frío, no se han dado más excarcelaciones.