Que rápido pasa el tiempo compadre! Ya tienes 15 días que te fuiste al encuentro con nuestro Señor. Era el Martes 12 por la madrugada, recién llegaba de viaje, prendo el teléfono y me encuentro con la infausta noticia enviada por mi apreciado compadre Arquímedes Fajardo, «acaba de morir nuestro hermano Simón»; les confieso que a pesar de la hora y el cansancio del viaje, no pude conciliar el sueño, se agolparon a mi memoria, recuerdos y vivencias, unidos al dolor por la partida de este hermano de la vida.
Algunos se preguntaran por que el título de estas letras de despedidas a Simón??, otros quizás recuerden el significado de las mismas, y por ello quise darle esta connotación, que para mí marco y fue el nacimiento de una hermandad, compañerismo y querencia familiar entre Simón y mi persona.
Conocí a Simón por allá por los años de 1977, llegó de su tierra natal San Felix, con una maleta cargada de esperanzas y deseos de que en la ilustre Universidad de Los Andes, lograría ser un profesional de la República, objetivo que cristalizó para satisfacción de la familia y ejemplo para sus hijos, y desde ese escalón lograr otras metas que también rondaban en sus aspiraciones. En el fragor de la lucha! parafraseando una de sus frases más comunes, nos compenetramos en la gesta de la vida política universitaria, asumimos juntos y con varios compañeros la campaña para la Federación de Centros Universitarios, que para ese momento la encabezó nuestro común amigo Aldo Cermeño, así como también las autoridades estudiantiles en cada facultad.
Confieso que Simón en más de una oportunidad nos manifestó no querer inmiscuirse en la vida política universitaria, por que además tenía como cada uno de nosotros un compromiso con sus padres de dedicarse a los estudios; pero el volcán político que sentía y traía era indetenible, venía de trillar sus primeros pasos en las luchas liceistas en su estado natal, al final terminó incorporándose a la campaña, abrazándola con todo el fervor y fuerza de un auténtico luchador y líder.
Se diseñó para el momento una campaña combativa, de mucha presencia en las facultades de nuestras candidaturas,muy entusiasta y alegre, con la presencia de nuestros líderes estudiantiles que cultivaban el arte musical, mención especial y destacada para el momento de Francisco Castillo(castillito) candidato por Farmacia, y otros tantos que se anotaron en esta estrategia.
Es en este escenario donde entra Simón, por lo que traigo a colación el título de este humilde homenaje, él propone traer un amigo de su tierra que tiene un grupo musical de nombre «Choro Choro Marin» como en efecto lo trajo, esto originó que al visitar las facultades los estudiantes gritaban llegó Simón y el «Choro Choro Marin»; y por mucho tiempo pasada la campaña muchos lo identificaban y otros como nosotros jocosamente le decíamos Simón y el Choro Choro Marín; llega el proceso interno para las nuevas autoridades de la D.C.U., allí coincidimos en una fórmula encabezada por Simón como Secretario, y mi persona como Subsecretario, acompañados de compañeros de las diferentes Facultades como: Francisco Castillo, Héctor Henao, Pablo Delgadillo, Carlos Hallak, Magalys Chávez, Laura Sanchez, Jairo Arellano, Robert Figueredo, Amilcar Medina, Omar Delgado, Jesús Diaz, Mario(chuito) Rivero, Arquímedes Fajardo, Alfredo Morett, entre otros compañeros de esa generación (Mil disculpas por no mencionarlos a todos).
Simón además de sus virtudes como político en lo personal, fue un hombre de una inmensa sensibilidad social, de una calidad humana fuera de lote, de nobles sentimientos, amigo de los amigos, solidario en las alegrías y en los pesares, tesonero en la defensa de la democracia y las libertades, hombre de una sola pieza ideológica, Demócrata Cristiano de formación y acción; con sus errores y aciertos, no tengo la menor duda que su amada Mérida, ciudad a la que abrazo hasta sus últimos días de vida le dio la oportunidad de ser su alcalde y servirle a su gente.
«Todavía retumba en mis oídos su potente voz el pasado 2 de noviembre, en lo que fue su último esfuerzo por contribuir al rescate de nuestro país, a través de su participación en la reunión nacional con Cesar Pérez Vivas y María Corina Machado.
¡Un hasta luego hermano, cuando así lo decida el creador, nos encontraremos de nuevo!
Sirvan estas líneas para expresarles a sus hijos, hermanos y demás familiares mis más sentidas condolencias…
Descansa en Paz Hermano!
ELIECER CORDOBA