Al menos 45 estudiantes universitarios han sido detenidos tras las protestas poselectorales, y 15 permanecen en prisión acusados injustamente de terrorismo, traición y otros delitos fabricados. Mientras tanto, docentes y académicos enfrentan amenazas constantes, persecución y la precariedad de un sistema educativo debilitado.
Condenamos estas acciones represivas y reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos de los estudiantes y docentes venezolanos. Sin educación libre y segura, no hay futuro para Venezuela.