«He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová» Amós 8:11
Serán estos los días del cumplimiento de esta profecía? Hoy, más que en cualquier otra época, aprovechando las redes de comunicación, hay mucha expansión de mensajes basados en la escritura bíblica. Pero también hoy, hay más distorsión de la verdad en esos mensajes que conducen a confusión, a división, a la competencia, a protagonismo, a individualismo, que se hace necesario que se provoque una verdadera hambre de oír el mensaje correcto.
El hambre espiritual no puede saciarse con mensajes inapropiados, ni con forzamientos de escritura. El hambre espiritual anhela una relación más profunda con Dios.
Hambre espiritual es desear con todas nuestras fuerzas hacer en todo la voluntad de Dios que es lo mismo que ajustar la vida a lo que Él quiere. Es la necesidad de volverse a Dios, que es el único que puede apagarla. Será un hambre de gran alcance. Será una puerta a grandes cambios.
Pastor
Germán Núñez Mejias