Hija de mi corazón
Hoy, en el Día del Médico, quiero hacer una pausa para expresarte lo orgulloso que me siento de ti. Desde lo más profundo de mi corazón, celebro tu capacidad de transformar cada desafío en una lección de vida, tu sensibilidad para encontrar luz en medio de la adversidad y ese espíritu perseverante que te impulsa día a día.
Aunque el camino que has transitado no ha sido el que soñaste, admiro la forma en que sigues avanzando con la convicción de que cada experiencia te forja y te prepara para un futuro lleno de nuevas oportunidades. Tu manera de cuidar y de entregar tu ser es el verdadero reflejo de una vocación que va más allá de lo profesional, y en eso reside tu gran virtud.
Que este día te recuerde lo valiosa que eres y cómo, en cada paso, dejas una huella imborrable en quienes tienen la dicha de conocerte.
Con todo mi amor, para ti mi chiquita hermosa Crismar Jimenez