Cerca de 40 personas protestaron frente a la Defensoría del Pueblo.
«Nos aplican la pena de muerte porque con los salarios que ganamos no nos alcanza para comer», señaló a la AFP Ana Mercedes Lares, jubilada de un hospital público de 71 años.
Expresó que si fuese por la ayuda de sus hijos y nietos que la ayudan, «hubiera muerto».
Por su parte, Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, señaló: «Tenemos pensiones y salarios de hambre, estamos en situación de indigentes sociales».