Interrumpimos brevemente la prescripción médica para comentar las candidaturas a las gobernaciones, asumidas por el partido de gobierno.
El CEO del Psuv despejó las dudas según su propio formato. Candidatos que no compitieron logran la presea. Mucha gente desconocida para el público e incluso para el chavismo. Pero como se tratará de una competición íntima, el país nacional carece de importancia.
En Oriente hubo hasta travesuras. En Anzoátegui Luis José Marcano era ficha cantada. Igual en Monagas. Rafael Lula sin competidores, solo esperó su ratificación. En Sucre hubo candidatos (Félix Barrios, Luis Sifontes, Erick Mago, y el gobernador Gilberto Pinto), se vieron sorprendidos por Johanna Carrillo, quien en alguna ocasión fue ministra y además cumanesa de nacimiento. Y en Nueva Esparta, se reconoció el liderazgo de la alcaldesa Marisel Velásquez, quien topará a un rival nada fácil.
Por cierto, en Sucre, Ana Cecilia Moya cree que una mujer podrá impulsar el turismo en el estado que dispone del mayor número de recursos para ello. Y Lewis Moya, tiene a “La Guarandinga”, como el más atractivo centro turístico del estado.
En Zulia Diosdado prefirió al alcalde Luis Caldera, mientras soterradamente se preparan trapisondas contra Rosales. En Lara, algo difícil habrá visto del caudillo monaguense, que extrajo de su reposo del guerrero al aviador Luis Reyes Reyes. Si la pelea es medianamente limpia y el candidato opositor es Henri Falcón, será una pelea muy pareja. En Táchira, si Leidy Gómez lleva la tarjeta blanca y recibe apoyos propios, también perdería solo con trampa.
En otros estados no hubo sorpresas. Y cada candidato recibirá los apoyos de entre 15 y 20% del electorado. Según la demoscopia general, habrá un máximo de 15% de personas dispuestas a votar, pero el CNE, con la magia de Elvis Amoroso, elevará las cifras hasta 45%. Los partidos “opositores” de recibir apoyo económico, podrían darle vistosidad carnestolenda a la campaña, pero no podrán imponer a uno de sus candidatos propios.
Y pa`la cama. Nos excedimos.