El deporte en Venezuela, particularmente el baloncesto, está entrelazado con la corrupción y el control político. El régimen utiliza el deporte para lavar su imagen, mover dinero y hacer propaganda, según lo revelado por Transparencia Venezuela en el exilio. La complicidad de altos mandos y la «partidización y corrupción interna» también son problemáticas. La Vinotinto, mientras sueña con el Mundial, se ve afectada por estas prácticas.
Transparencia Venezuela en el exilio ha hecho visible lo que muchos prefieren no ver: Que en Venezuela, hasta el deporte, ha sido convertido en instrumento del autoritarismo.
El tablero del poder: baloncesto venezolano, corrupción y control político
En Venezuela, ya no se juega solo en la cancha. También se juega —y mucho— en las sombras del poder. Una reciente investigación de Transparencia Venezuela (en el exilio) revela que el baloncesto profesional se ha convertido en otra pieza dentro del engranaje autoritario que domina el país. La Superliga Profesional de Baloncesto (SPB), lejos de ser solo un torneo deportivo, es hoy un espacio ocupado por diputados oficialistas, altos mandos militares, magistrados y empresarios vinculados a tramas de corrupción y represión.
El informe, titulado «Una canasta llena de nombres influyentes (e incluso temibles)«, traza con rigurosidad el mapa de poder que se ha adueñado de la dirigencia del básquet venezolano, una disciplina que alguna vez despertó orgullo nacional.
La cancha y los sótanos: el horror del Helicoide
Uno de los hallazgos más escalofriantes es la utilización del gimnasio Elio Estrada Paredes, ubicado en el Helicoide, como sede de partidos oficiales de dos clubes de la SPB: Pioneros del Ávila y Spartans del Distrito Capital.
El Helicoide no es un estadio cualquiera. Es uno de los centros de detención más temidos del país, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), y donde, según múltiples informes de organismos internacionales, se han cometido torturas sistemáticas contra presos políticos. Mientras se juegan partidos en su gimnasio, en los pisos inferiores se interroga, se humilla y se reprime.
Esto es un absoluto y completo horror. Mientras los jugadores encestan… en los pisos inferiores encienden la electricidad y llenan los tobos de agua para los interrogatorios, declaró Rafael Uzcátegui, defensor de derechos humanos.
Red de poder: nombres, cargos y silencios
La SPB está hoy controlada por una élite político-militar que mezcla intereses partidistas, ambiciones económicas y, en algunos casos, historial represivo.
Entre los nombres más destacados figuran:
*Hanthony Coello, presidente de la Federación Venezolana de Baloncesto y diputado del PSUV. Antes dirigió el club Guaiqueríes de Margarita, dejando deudas salariales y cuestionamientos.
*Alexander Granko Arteaga, coronel de la Guardia Nacional Bolivariana y figura clave de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM). Dirige, a través de su entorno, a Gladiadores de Anzoátegui.
El logo que comparten la DGCIM y el UCV FC identifica una plataforma deportiva llamada Team desde 2021. La DGCIM, bajo el régimen chavista, ha acumulado gran riqueza, invirtiendo en varios grupos. Recientemente, el UCV Fútbol Club jugó contra el Corinthians Paulista con un logo cubierto.
El logo del UCV FC fue cubierto en un partido contra el Corinthians Paulista en 2023, y esto ocurrió en un contexto bastante controvertido y simbólico. La acción fue interpretada como una protesta o señal de resistencia, dado que en Venezuela, la relación entre instituciones académicas, grupos civiles y el régimen político ha sido compleja y a veces tensa.
Específicamente, cubrir el logo de un equipo universitario como el UCV FC, que representa la Universidad Central de Venezuela, puede simbolizar una denuncia o rechazo hacia la influencia o presencia de ciertos organismos ligados al poder, como la DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar). Sin embargo, para una explicación más precisa, sería necesario conocer el contexto exacto en que ocurrió, quién tomó la decisión y qué mensajes pretendían transmitir.
La relación entre la riqueza de la DGCIM (Disciplina General de Contrainteligencia Militar de Venezuela) y el fútbol puede parecer indirecta, pero en algunos contextos, las instituciones militares y de inteligencia en ciertos países han utilizado el deporte para diversos fines. Aquí algunos posibles vínculos:
- Patrocinio y financiamiento: La DGCIM, como parte de las fuerzas armadas venezolanas, podría tener recursos económicos significativos, que en algunos casos se destinan a promover actividades deportivas, incluyendo equipos de fútbol, como una forma de fortalecer su presencia social o promover su imagen pública.
- Influencia y control: La inversión en equipos deportivos puede ser una estrategia para influir en la opinión pública, promover el patriotismo o mantener control sobre ciertos espacios culturales y sociales.
- Uso de recursos: La riqueza acumulada por la DGCIM puede facilitar la creación o apoyo financiero a clubes deportivos universitarios, como el UCV FC, aunque en otros casos también hay reportes de uso de recursos para fines políticos o de mantenimiento del control social.
- Simbolismo y poder: La relación entre el poder militar y el deporte también puede ser simbólica, mostrando fuerza, unidad o prestigio a través de la participación en actividades deportivas.
*Leonel García Rivas, jefe de Inteligencia Estratégica de la Policía Nacional Bolivariana, vinculado a los Spartans del Distrito Capital por medio de su esposa.
*Juan Carlos Cuencas Vivas, magistrado suplente del Tribunal Supremo de Justicia, representante legal de Centauros de Portuguesa y relacionado con causas judiciales por corrupción transnacional.
*Mimou Vargas, diputado del PSUV y presidente de Frontinos del Táchira, vinculado a programas oficiales que han sido denunciados por colaborar con bandas armadas.
Detrás de las camisetas, los tableros y los balones, hay operadores políticos, represores, jueces y empresarios que usan el deporte como fachada de legitimidad, plataforma de negocios y espacio de propaganda.
El deporte como extensión del poder
Lejos de ser un caso aislado, esta cooptación del baloncesto forma parte de una estrategia más amplia: utilizar el deporte como herramienta de control social, lavado de imagen y mecanismo de distribución de favores.
Lo mismo ocurre con otras disciplinas. Como muestra, el reportaje «El otro juego sucio: fútbol venezolano, poder político y negocios oscuros«, publicado por La Gran Aldea con base en la invesigación de Transparencia Electoral, documenta un fenómeno similar dentro de la Federación Venezolana de Fútbol: elecciones bajo presión estatal, opacidad absoluta, y un presidente con vínculos contractuales con PDVSA.
Una política sistemática: de la cancha a la cultura
El patrón se repite: en la música, en la academia, en los sindicatos, en las universidades. La lógica de control se ha trasladado a todos los rincones de la vida pública. No se trata solo de corrupción. Se trata de construir poder, eliminar disidencia, ocupar espacios simbólicos y generar redes de fidelidad.
Como advierte el informe de Transparencia Venezuela, el deporte ha dejado de ser un terreno de encuentro y superación colectiva para transformarse en un tablero más donde se juega el proyecto autoritario.
La corrupción en el baloncesto venezolano se manifiesta de varias formas que afectan tanto la integridad del deporte como el desarrollo de los atletas y las instituciones deportivas. Algunas de las principales formas en que se evidencia son:
- Manipulación de resultados y apuestas ilegales: Existe evidencia de que algunos partidos son manipulados para beneficiar intereses particulares, incluyendo apuestas ilegales que buscan interesar a ciertos actores políticos o económicos.
- Desvío de fondos y recursos: La utilización de fondos públicos o privados para fines diferentes a los deportivos, en lugar de invertir en infraestructura, entrenamiento y desarrollo de talentos. Esto incluye desvío y malversación de recursos destinados al deporte.
- Nepotismo y favoritismo en selecciones y cargos: Implementación de prácticas que favorecen a ciertos grupos, amigos o allegados en la selección de jugadores, cuerpos técnicos y cargos administrativos, en lugar de basarse en méritos deportivos.
- Cooptación política y control institucional: Las autoridades políticas ejercen control sobre las federaciones y clubes, imponiendo decisiones y sanciones que responden a intereses políticos, limitando la autonomía del deporte.
- Falta de transparencia y corrupción en licitaciones: Los procesos para adjudicar contratos, compra de equipos o servicios deportivos son opacos, lo que favorece la corrupción y el favoritismo.
- Presión y represión a opositores: Atletas, entrenadores y dirigentes que intentan denunciar estas prácticas pueden sufrir represalias, silenciando la denuncia pública.
Estos factores comprometen la transparencia, la justicia y el desarrollo del baloncesto, afectando la calidad del deporte y la formación de nuevos talentos. La lucha contra la corrupción requiere mayor vigilancia, transparencia y autonomía institucional en el deporte venezolano.
Estos años han estado plagados de denuncias de corrupción en el deporte nacional. La exministra de Deportes, Alejandra Benítez, denunció fraudes cometidos en distintas disciplinas para acceder a montos millonarios de dólares. Tampoco he podido constatar en qué han terminado esas denuncias. Sí que la ministra duró poco en el cargo. Ese mismo año de 2013, las autoridades búlgaras arrestaron a un funcionario del Instituto Nacional de Deportes con una maleta llena de 407 mil dólares que no declaró al traspasar la frontera.
Hace un mes amanecimos con la información de que el que fuera presidente de la Federación Venezolana de Fútbol durante más de 27 años fue arrestado en Suiza, acusado de participar en una serie de actividades ilícitas relacionadas con cobros de comisiones. Las declaraciones emanadas de la federación hasta ahora han sido más bien erráticas. Una de ellas afirmó que en tiempos como estos es que se ve quiénes son los amigos y los enemigos de Esquivel.
Son todos ejemplos, no solo de la corrupción que nos envuelve, sino de las condiciones culturales que hacen a la corrupción posible. Compadrazgo disfrazado de lealtad, el amiguismo anteponiéndose al bien común, la simpatía superficial y bobalicona sobre afectos más graves de compromiso serio con los ideales del deporte. ¿Hará falta subrayar que en muchos de estos casos las pruebas se recabaron por entidades extranjeras?
El deporte no se construye solo entrenando con disciplina o aplaudiendo a los atletas en los eventos deportivos. Si los ideales que simbolizan los eventos deportivos son malogrados con acciones extradeportivas, las ligas y las competencias pierden credibilidad, atractivo, valor. El deporte es una metáfora de la vida, un teatro donde se representan las pasiones humanas. Ese teatro, a su manera, está hablando.
No es solo deporte
La pelota sigue botando. Pero quienes la impulsan no siempre visten uniforme deportivo. Muchos llevan trajes militares, bandas partidistas o togas judiciales. Y lo que está en juego no es un campeonato, sino el modelo de país.
Cuando la represión se esconde detrás de un triple, y el lavado de imagen se ejecuta con una tabla de posiciones, lo que ocurre en la cancha ya no puede ser entendido solo como un juego.
La politización en el deporte puede tener varios impactos negativos en el rendimiento de los atletas, las instituciones deportivas y la cultura deportiva en general. Aquí te explico los principales efectos:
1. Desviación de recursos y atención
Cuando el deporte se politiza, los recursos económicos, humanos y logísticos muchas veces se destinan a intereses políticos en lugar de al desarrollo deportivo real. Esto puede traducirse en instalaciones deficientes, falta de entrenadores calificados y poca inversión en programas de formación.
2. Mala gestión y corrupción
La influencia política puede favorecer la corrupción y la mala gestión, como la doble asignación de fondos, sobornos o favoritismos en las selecciones y en la administración deportiva. Esto degrada la calidad de las estructuras deportivas y afecta directamente el rendimiento.
3. Presión política y censura
Los atletas y entrenadores pueden verse sometidos a presiones para alinearse con las agendas políticas, lo que limita su libertad de expresión y puede afectar su motivación o bienestar psicológico. La censura y el control político también pueden impedir que surjan talentos o nuevos enfoques técnicos.
4. Pérdida de autonomía
La politización puede erosionar la independencia de las instituciones deportivas, reduciendo su capacidad para tomar decisiones objetivas y centradas en el rendimiento deportivo. Esto puede traducirse en selecciones opacas, cambios a conveniencia o sanciones deportivas inconsistentes.
5. Impacto en la motivación y moral de los atletas
Cuando los deportistas sienten que su esfuerzo se ve afectado por intereses políticos o que no poseen igualdad de oportunidades, su motivación y moral disminuyen. Esto puede afectar su desempeño en competencias nacionales e internacionales.
6. Compromiso internacional y prestigio
La politización puede dañar la imagen internacional del deporte nacional, afectando las relaciones con federaciones y organismos internacionales y reduciendo las oportunidades de participar en eventos globales en condiciones justas.
En resumen, la politización del deporte reduce su carácter neutral, competitivo y formativo, afectando la calidad, la equidad y el impacto positivo que puede tener en la sociedad y en el rendimiento de los atletas.
La situación de politización, corrupción y control político en el deporte venezolano no es exclusiva de un deporte en particular, sino que, en general, ha afectado a varias disciplinas y deportistas del país. Sin embargo, la magnitud y forma en que se manifiesta puede variar dependiendo del deporte y las instituciones involucradas. Aquí te hago una comparación general:
1. Baloncesto vs. Fútbol (Vinotinto)
- Baloncesto: Ha sido muy afectado por la politización y la corrupción. La Federación Venezolana de Baloncesto, en ocasiones, ha sido señalada por favorecer intereses políticos y por la mala gestión de fondos, lo que ha limitado la formación y el desarrollo de talentos.
- Fútbol (Vinotinto): Aunque en menor medida, ha sufrido presiones similares. La selección nacional ha enfrentado decisiones influenciadas por intereses políticos, y a veces se ha cuestionado la transparencia en la gestión de recursos destinados a la clasificación y preparación para partidos internacionales.
2. Atletismo y otras disciplinas individuales
- Estas disciplinas muchas veces enfrentan menos atención mediática, lo que las hace más vulnerables a la corrupción y el control político, ya que la inversión y gestión suelen estar menos fiscalizadas.
- Sin embargo, en casos donde el control político se ha instaurado, se han reportado casos de favoritismo en convocatorias y apoyo desigual a atletas, perjudicando su rendimiento y motivación.
3. Deportes Olímpicos en general
- La política y la corrupción han afectado la preparación de los atletas olímpicos, limitando su acceso a una formación adecuada, viajes, y materiales necesarios para competir en escenarios internacionales.
- La selección y el apoyo a atletas de alto rendimiento a menudo están vinculados a lealtades políticas, en lugar de méritos deportivos.
4. Impacto en la formación y desarrollo
- En muchos deportes, la politización ha llevado a la desaparición o debilitamiento de academias y programas de formación, afectando la base de nuevos talentos.
- La falta de inversión y transparencia en la gestión deportiva impide que estos deportes puedan competir en igualdad de condiciones con otros países.
Resumen comparativo:
Tabla
Aspecto | Baloncesto | Fútbol (Vinotinto) | Atletismo y disciplinas individuales | Deportes Olímpicos en general |
---|---|---|---|---|
Gestión | Afectada por favoritismo y corrupción | Similar, con influencias políticas en selecciones | Vulnerables por menos fiscalización | Afectados en recursos y apoyo |
Impacto en atletas | Déficit en formación y recursos | Limitaciones en preparación y apoyo | Menor apoyo institucional | Limitaciones en participación y rendimiento |
Politización | Alta |
Es hora de mirar el marcador completo.
La Gran Aldea
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