El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) ha denunciado que en Venezuela, ejercer el periodismo se ha convertido en un delito no declarado, lo que implica que los periodistas enfrentan riesgos y represalias simplemente por realizar su labor de informar. Esto se traduce en un clima de temor y autocensura, donde la libertad de prensa se ve seriamente comprometida.
La denuncia del OVP subraya la gravedad de la situación para los periodistas en Venezuela, quienes son sometidos a amenazas, detenciones arbitrarias, y restricciones en el acceso a la información, dificultando su capacidad para investigar y reportar sobre temas de interés público, incluyendo la situación en las prisiones y otros asuntos relevantes para la sociedad venezolana.
Esta situación no solo afecta a los periodistas individuales, sino que también tiene un impacto negativo en la sociedad en general, que se ve privada de información precisa y diversa, lo cual es fundamental para una participación ciudadana informada y para el funcionamiento de una sociedad democrática.
El OVP, como organización dedicada a la defensa de los derechos humanos en el ámbito penitenciario, llama la atención sobre cómo la persecución al periodismo se suma a la crisis del sistema de justicia y a las violaciones de derechos humanos en las cárceles venezolanas, generando un círculo vicioso de impunidad y represión.
En resumen, la denuncia del OVP pone de manifiesto que en Venezuela, el periodismo se ha convertido en una actividad de alto riesgo, donde la libertad de prensa y la protección de los derechos humanos están siendo severamente vulneradas.