
Estos días han sido «duros» en los páramos merideños, pues producto de las fuertes lluvias muchas familias se vieron afectadas.
La solidaridad no se ha hecho esperar y en cada rincón del país se han habilitado centros de acopio.
Este viernes 04 de julio los merideños despertaron con las montañas vestidas de blanco, y con esto los habitantes elevaron una plegaria al cielo para pedir la bendición.
Fotos Francisco Moreno Piva