Parte del título de este articulo “Tapar huecos y abrir otros» se relaciona con otra frase “Apagar un fuego para encender otro», ambas las traigo a colación debido a que representan una situación en la que, por resolver un problema existente, se crea uno nuevo, es decir, la “tal solución” es superficial y no va a la raíz, porque el problema reaparece con nuevas dificultades. En Venezuela, actualmente existe una crisis extremadamente compleja en lo político, económico y social. El régimen pregona que todo está normal. Pero existe lo contrario. La educación es un ejemplo que abarca todos los niveles del sistema educativo: Primaria, Secundaria y Universitaria.
Por eso fue inevitable partir de un análisis crítico, pensamiento crítico, comparativo, evaluativo y argumentado para obtener un juicio reflexivo de la realidad, de lo que ocurre, específicamente en la educación universitaria de nuestro país. A veces las comparaciones pueden ser odiosas, más sin embargo en oportunidades necesarias. Todo se originó del análisis de un hecho de gran trascendencia por la importancia que reviste para nuestra patria, como lo fue la puesta en marcha de una nueva institución universitaria, que según Decreto N° 5.055, publicado en la Gaceta Oficial N° 6.863 Extraordinaria, de fecha 11 de diciembre de 2024, se creó la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández-Morán (UNC), institución pública, dedicada a la formación de científicos e investigadores de excelencia y a la promoción del desarrollo científico y tecnológico. Que contará con la colaboración de China, Irán y Rusia en diferentes e importantes carreras. Universidad cuya misión es: “resguardar la reserva científica generacional formando profesionales en ciencias a nivel de pregrado y estudios avanzados, con pensamiento crítico, para que asuman el liderazgo ético en investigación, producción, diseño y aplicación de conocimientos científicos, técnicos, tecnológicos, innovadores y humanistas, en áreas priorizadas…”. ¡Nueva universidad, nuevas oportunidades, que bueno!
A simple vista, racional y justificadamente habría de aplaudir la creación de esta institución universitaria para nuestro país. Además, no pude desasirme de mi “regionalismo” (Mea culpa), puesto que el nombre epónimo de la universidad es nada más y nada menos que de un paisano de reconocida y muy alta condición científico académica como es el Dr. Humberto Fernández-Morán en el campo de las ciencias físicas y biológicas. En honor a la verdad, debo expresar que mucho pensé acerca de lo que debía manifestar en estos contenidos. Mi condición de docente e investigador, que transité profesionalmente en los diferentes niveles educativos, me daba cierta indecisión, no obstante, lo hice, porque por naturaleza estoy consciente y creo en palabras como las de John Edward Masefield (1878–1967), quien dijo: “Hay pocas cosas terrenas más hermosas que una universidad: un lugar donde los que odian la ignorancia pueden luchar por el conocimiento, y donde quienes perciben la verdad pueden luchar para que otros la vean”.
Así entonces, pensé en forma realista, descarnada y veraz, comenzando por hipotetizar que la creación de la precitada universidad obedeció a una decisión contradictoria, atemporal, con “razones” extrañas de gobernabilidad y gobernanza del régimen actual. ¿Por qué? En realidad, pienso que solo se buscó “Tapar huecos y abrir otros”. ¡No podía desviar la mirada y caer en la hipocresía! Dicha aseveración la hago considerando la triste situación de indigencia general que tienen otras universidades públicas nacionales, tales como la Universidad de Oriente (UDO), la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM) y la Universidad del Zulia (LUZ), que por razones de espacio solo cito estas tres. ¡No existe tal normalidad en la Educación! ¡Todo es mentira, nada es verdad! ¿A qué se debe mi afirmación anterior?
Fácil, ante los ojos y conocimiento público de la sociedad venezolana, estas instituciones educativas mencionadas, afrontan un ambiente crítico en materia de infraestructura, funcionamiento y profesorado. La UDO, presenta instalaciones abandonadas (salones, oficinas y áreas verdes), falencia de servicios (comedores, bibliotecas y becas), que inciden negativamente en la calidad de la educación, con una baja matrícula estudiantil. Igualmente, se han producido profusas renuncias de profesores. En lo referente a la UNEFM, la complejidad de esta institución es de tal gravedad que además de las fallas de la UDO, ha tenido que adaptar sus espacios a la realidad, utilizando recursos limitados para mantener la operatividad de la universidad, como lo es que las clases se han trasladado a espacios externos por deterioro de los edificios, produciendo que sus docentes enfrenten retos para mantener la calidad de la educación.
En el caso de la Universidad del Zulia (LUZ), cuya fundación fue en 1891, bajo el gobierno de Raimundo Andueza Palacio, presenta continuas interrupciones en sus actividades académicas, originadas por la falta de presupuesto, aparición persistente de conflictos gremiales y como mal común de estas casas de estudio, el tener un profesorado económica y profesionalmente vilipendiado, con bajos salarios y ausencia de incentivos que finalmente lo llevan una continua fuga de talentos. Todas esas carencias traen un desmejoramiento en la calidad de la enseñanza y la consecución de equipos y materiales obligatorios para la investigación y la docencia en muchas áreas. En definitiva, la falta de recursos y personal ha causado ineficiencia en la gestión administrativa y académica. Y, no podía faltar, se agrega lamentablemente la problemática de fallas en servicios básicos como agua, electricidad y conectividad.
Pero, las circunstancias anteriores, no se quedan en lo universitario, la situación de Primaria y Secundaria es caótica, en las edificaciones, el abandono y desidia en el mantenimiento que brilla por su ausencia, falta de educadores debido al éxodo muy grande a otros países por bajos salarios e inseguridad social y profesional. Un ejemplo deplorable contra los docentes fue que en días recientes el Ministerio de Educación ha despedido a 40 mil profesionales de la educación en el año escolar 2024-2025, que según denuncia hecha por la organización Formación para la Dirigencia Sindical (Fordisi), enfatizan que: “Se ha intensificado una práctica administrativa que afecta directamente al sistema educativo venezolano: la suspensión arbitraria de salarios a docentes, personal administrativo y obreros por parte del Ministerio del Poder Popular para la Educación, bajo la gestión del abogado Héctor Rodríguez, con lo cual se violan los derechos de los trabajadores y se impacta de manera negativa a cinco millones de niñas, niños y jóvenes” (16 -7-2025). Según vocero de Fordisi: “No puede haber impunidad frente a la destrucción planificada del sistema educativo nacional”. Este conflicto necesariamente señala que a nivel del sistema educativo nacional no existe normalidad y menos ecuanimidad, equidad, producto del “tratamiento desigual” que el régimen madurista da a la Educación.
Todo lo anterior me indujo a formular las siguientes interrogantes: ¿Cuenta la Universidad Nacional de las Ciencias Dr. Humberto Fernández Morán (UNC) con todos los recursos financieros, infraestructura y recursos materiales de orden docente, científico y tecnológico que le permitan formar profesionales en ciencias a nivel de pregrado y estudios avanzados? ¡Si eso es cierto, es magnífico!, ¿Es la UNC, recién creada, la llamada a lograr el fortalecimiento y la consolidación de las capacidades científicas, tecnológicas y productivas del país al ser eficientemente apoyada financiera, estructural y académicamente por el Estado en desmedro de las demás? ¡Si eso es verdad, entonces es deplorable!
Finalmente, como colofón de este escrito: nuestros mejores deseos porque el inicio y desempeño de las autoridades ministeriales de Educación mantengan viva la llama de interés y ayuda para la recién creada universidad (UNC) y que al igual que otras instituciones universitarias no las conviertan en otra “Nave del olvido” (Aquellas sin “querencias” de la revolución). Y, que la navegación para TODA la comunidad universitaria tenga siempre un rumbo sin demoras, abatimientos y abordajes en la mar para así llegar a puerto seguro del Conocimiento.
“La democracia debe guardarse de dos excesos: el espíritu de desigualdad, que la conduce a la aristocracia, y el espíritu de igualdad extrema, que la conduce al despotismo”. ( Montesquieu)
“La igualdad de oportunidades es fundamental para una sociedad justa”. (Benito Juárez)
“Se iniciará la recuperación del financiamiento de la educación superior, con particular referencia a los salarios de los profesores.”. (Venezuela tierra de gracia. Libertad, democracia y prosperidad. Universidades y formación tecnológica, p. 45)
16 de julio de 2025