EEUU acaba de establecer que el «autócrata» venezolano es el «dirigente» de la «entidad terrorista» del cartel de los Soles. La oposición democrática advierte de que España va camino de un nuevo enfrentamiento con los EEUU de Trump.

Alberto D. Prieto
La reciente decisión de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos de incluir al Cartel de los Soles como organización terrorista global y a Nicolás Maduro como su líder natural ha provocado una grave «advertencia» de la oposición democrática venezolana al Gobierno de España.
«La supuesta neutralidad» de los gobiernos que «no han reconocido a Edmundo González» como presidente electo «se está deslizando hacia la complicidad con el régimen autócrata y criminal de Venezuela».
Nicolás Maduro, señalado como «máximo dirigente» de la organización «terrorista» del Cartel de los Soles, «ha quedado identificado» por Washington como responsable directo no sólo de «la represión y el expolio en Venezuela», sino de amenazar la paz con sus alianzas con el crimen organizado internacional.

María Corina Machado, desde la clandestinidad: «Estoy en aislamiento total, no puedo salir ni ver a ninguna persona»
«El Cartel de los Soles es un grupo criminal con sede en Venezuela, dirigido por Nicolás Maduro Moros y otros altos cargos del régimen de Maduro, que proporciona apoyo material a organizaciones terroristas extranjeras que amenazan la paz y la seguridad de Estados Unidos, concretamente a Tren de Aragua y al cartel de Sinaloa», afirma el comunicado oficial del Tesoro.
El secretario, Scott Bessent, es tajante: «La medida pone aún más de manifiesto la facilitación del narcoterrorismo por parte del régimen ilegítimo de Maduro a través de grupos terroristas como el cartel de los Soles».
El Departamento del Tesoro «seguirá cumpliendo la promesa del presidente Trump de poner a Estados Unidos primero, tomando medidas enérgicas contra organizaciones violentas como Tren de Aragua, el cartel de Sinaloa y sus facilitadores, como el cartel de los Soles».
La acusación va más allá. Estados Unidos detalla que «Maduro y otros altos cargos han corrompido las instituciones gubernamentales de Venezuela, incluyendo partes del Ejército, los servicios de Inteligencia, el poder legislativo y el poder judicial, con el fin de facilitar las actividades del cartel en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos».
Según la OFAC, el cartel de los Soles proporciona «apoyo material a Tren de Aragua y al cartel de Sinaloa», dos organizaciones «responsables del tráfico ilícito de drogas, trata y tráfico de personas, extorsión, explotación sexual a mujeres y niños y blanqueo de dinero, entre otras actividades delictivas».
Las sanciones implican el bloqueo de propiedades y activos en Estados Unidos y la prohibición a cualquier entidad o ciudadano estadounidense de cualquier interacción económica con los sancionados. La OFAC recalca: «El objetivo final de las sanciones no es castigar, sino provocar un cambio positivo en el comportamiento«.
«Libertad o tiranía»
Esta acción de Washington ha remecido los equilibrios internacionales y deja en evidencia la posición española -y por ende la de la Unión Europea- ante el conflicto venezolano.
En conversación con EL ESPAÑOL, fuentes del entorno de María Corina Machado, líder de la oposición democrática que vive desde hace más de un año en la clandestinidad en su propio país, lanzan un mensaje sin ambages al ejecutivo español.
«La reciente designación del Cartel de los Soles como organización terrorista global y a Nicolás Maduro como su dirigente máximo interpela a los gobiernos del mundo, sobre todo a los occidentales, y concretamente al español, que aún no han reconocido a Edmundo González como presidente electo de Venezuela», apunta un portavoz de Vente Venezuela, el partido de Machado.
«Haber adquirido una posición neutral no es viable en esta situación, en la que hay que elegir entre la libertad y la tiranía, entre la democracia y la opresión. Esa supuesta neutralidad más bien se está deslizando hacia la complicidad con un régimen autocrático y criminal como el de Maduro», sentencia.
Estas fuentes recuerdan que, hace ahora un año, la oposición democrática ganó las elecciones presidenciales con Edmundo González como candidato, quien acabó teniendo que huir a España tras intensas amenazas y presión represiva. Y denuncian que «el PSOE, en el poder en España, dejó sola a la oposición democrática el año pasado».
El citado portavoz agradece que, «como Gobierno, acogieron a Edmundo en Madrid y le dieron todas las facilidades, pero como partido no apoyaron el reconocimiento de la victoria opositora tanto en el Congreso español como en el Parlamento Europeo». Responsabilizan a la influencia del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en la política exterior de Pedro Sánchez.
Aisimismo, lamentan que hiciera lo mismo el Gobierno portugués, de derechas. «Esto demuestra que no es una cuestión meramente ideológica, sino de intereses», insisten estas fuentes. «Todo, a pesar de los vínculos históricos de nuestro pueblo con los españoles y los portugueses”.
Nuevo choque con Trump
El contexto, recuerdan, no ofrece lugar para equidistancias. Es Maduro, dicen, el responsable de una diáspora de más de ocho millones de venezolanos, «huidos ante la hambruna, la carestía de bienes, la falta de trabajo y la represión política».
Pero también responsable del «expolio de las riquezas naturales de Venezuela, el país más rico de Sudamérica, con las mayores reservas de petróleo y de gas del mundo, además de minas de metales preciosos y de oro».
Denuncian, además, que la violencia política en el país caribeño está alimentada por la «connivencia y la complicidad» del régimen con carteles de la droga colombianos y con grupos terroristas como Hezbolá, en asociación con Irán.

El Departamento del Tesoro estadounidense insiste en el alcance del peligro: «El cartel de los Soles apoya a Tren de Aragua en su objetivo de utilizar la corriente de drogas ilegales como arma contra Estados Unidos«.
Ante esto, desde la oposición democrática advierten a España del riesgo de un nuevo choque con Washington, dado el enfrentamiento de Pedro Sánchez con Donald Trump.
«España se puede encontrar con un nuevo motivo de controversia con los EEUU de Donald Trump si mantiene su posición de supuesta neutralidad». Alegar que se trata de favorecer el diálogo entre venezolanos, «como hace Zapatero, es un error, porque ya no hay nada que dialogar, porque Maduro siempre ha sido un criminal, pero ahora ya está reconocido internacionalmente», insisten.
Aseguran que España debe «liderar la lucha por la libertad, promover el juicio por delitos de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional y reconocer la victoria de Edmundo González», porque establecer que «no ganó ni uno ni otro, como hace el Gobierno español y como hace la UE, por el liderazgo de España, es no respetar la soberanía del pueblo venezolano«.
El entorno de Machado expresa su preocupación por la posición del Ejecutivo español. Lo consideran un «error histórico» y un abandono del papel que España ha desempeñado como puente y referente europeo en el apoyo a la democracia en América Latina. «La historia pone a cada uno en su sitio, y nos tememos que España no está en el lugar adecuado actualmente».