Según Bloomberg, el gobierno de Donald Trump ha retirado la aprobación a varias grandes petroleras no estadounidenses que buscaban operar en Venezuela. Esta medida afecta a compañías como Repsol SA (España) y Eni SpA (Italia), dejando en incertidumbre su posible actividad en el país sudamericano. La decisión sugiere un cambio en la política energética o una estrategia para presionar al gobierno venezolano. Se desconoce la razón exacta de esta decisión y su impacto a largo plazo en el sector petrolero venezolano.
«Esto subraya un delicado acto de equilibrio en Washington, ya que los funcionarios sopesan consideraciones geopolíticas, financieras y energéticas contrapuestas», indica la nota.
En julio pasado, el Departamento del Tesoro de EE.UU. concedió a la petrolera Chevron la aprobación para reanudar los procesos de producción y exportación.
El mandatario estadounidense ha adoptado una postura dura contra Nicolás Maduro, pero también está tratando de mantener a raya los precios de la energía, incluso mientras presiona a Irán para que ponga fin a su programa nuclear y a Rusia para que ponga fin a la guerra en Ucrania.
La política de Washington hacia el petróleo venezolano ha fluctuado drásticamente en los meses transcurridos desde que Trump volvió al poder, con el secretario de Estado, Marcos Rubio, entre los que abogan por un enfoque de línea dura, mientras que el enviado especial, Richard Grenell, ha respaldado una estrategia más receptiva a los intereses empresariales estadounidenses.
El Departamento del Tesoro declinó a hacer comentarios inmediatamente, mientras que el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca no respondieron a las peticiones de comentarios. Las petroleras Repsol, Eni y Maurel&Prom no respondieron a las solicitudes de comentarios, detalla una nota de Bloomberg Línea.